Aunque nuestra iglesia es una agrupación de personas y no un templo, necesitamos darnos cuenta que para nuestros hermanos y nosotros mismos la iglesia tiene una imagen en nuestra mente.
Igual de importante es registrar el nombre de nuestra iglesia como el ensamblar la identidad digital de la misma.
Se debe contar con una imagen digital para que nuestros congregantes nos encuentren fácilmente y para comunicar proyectos, mensajes, el alcance y trabajo de nuestros ministerios y buscar llegar hasta lo último de la tierra.
Contar con una identidad digital también es parte del orden de nuestra iglesia.
Lo recomendable es comenzar con un correo electrónico pues es el equivalente de nuestra acta de nacimiento. Con él podremos registrarnos en todas las demás plataformas, lo ideal es que al menos 2 personas tengan acceso a él para atender los mensajes que lleguen y en caso de que alguno falte el otro pueda acceder.
Siempre es más adecuado contar con un correo independiente al correo del pastor para atender la iglesia esto le brinda independencia e intimidad al pastor y la oportunidad de dar una mejor atención a la congregación.
Una vez obtenido el correo podremos utilizarlo para registrar nuestra página web o blog desde donde podremos publicar los datos generales de nuestra iglesia. Busquemos un lugar accesible para hospedar nuestra página o blog (hosting) que no sea difícil de mantener en la parte de mantenimiento y en la económico.
Las páginas de redes sociales nos ayudarán a mantener la comunicación con los distintos tipos de congregantes que recibimos, alguno les gusta asistir al primer culto a otros al segundo, unos asisten a los cultos de oración y otros asisten a reuniones de jóvenes. En el internet sucederá igual.
Algunos buscarán el Facebook de la iglesia, otros buscarán las fotos de las actividades en Instagram y otros preferirán leer en twitter los devocionales propuestos por el pastor.
Si existen plataformas que no se pretendan usar todavía es preferible registrarse y dejarla vacía (siempre guardando los nombres de usuario y password en un lugar seguro para no olvidarlos y que se pueda acceder fácilmente a ellos), si nosotros no la registramos corremos el riesgo de que alguien de la congregación o fuera de ella la registre y la promueva como la oficial y perdamos control de ella.
Dentro de la identidad también podemos incluir un teléfono exclusivo para la iglesia con WhatsApp.
Este nos servirá para que aquellos que solamente quieran enviar texto también puedan ser atendidos.
Recuerde que contar con los medios y no atenderlos puede llevarnos a pérdida de confianza e interés.
Genere publicaciones a ritmos constantes y el número de usuarios crecerá.
Mantengámonos en contacto.
Desde el Seminario
Miguel Jiménez Flores
Subdirector de Proyección Institucional